La sílaba tónica en náhuatl es siempre la penúltima. Por ejemplo, la capital de los aztecas se pronuncia Tenochtitlan y no "Tenochtitlán", como decimos en español. He agregado mis observaciones que ya están en otros lugares en mi blog, pero aquí están para proveer el contexto en que hice mi análisis estructural del poema que escogido. Hay algunos puntos de interés, por ejemplo la traducción notable de macehualli en contrasto con la palabra tlacatl. Un verbo transitivo, como -itoa (decir algo) requiere un complemento directo, y el prefijo tla- se combina con el verbo para cumplir su función semántica. Al mismo tiempo, se utiliza el sufijo -quetl para expresar el agente, una persona que realiza la acción del verbo. Por lo tanto, tlatohquetl (hablador / portavoz) se compone de tres partes. De igual manera, dado que la palabra xochitl significa "flores", podemos ver que un poeta en lengua náhuatl es xochitlahtohquetl, una "persona que dice / recita cosas bonitas". El verbo "ser" no existe en náhuatl está implícito en náhuatl como palabra independiente, sino que está implícito y requiere solo un sujeto que coincida con el sustantivo, entonces Nixochitlahtohquetl es una oración completa con sujeto verbo y cumplido, con el significado de "soy poeta" o en inglés, "I am a poet". En la siguiente diapositiva, marqué el acento tónico de cada palabra en rojo. En náhuatl, las letras tl no son solo un dígrafo, sino una letra del alfabeto. El sonido se produce como una "t" española (dentalizada en contraposición a la "t" aspirada del inglés), seguida de una bocanada de aire a los lados de la lengua. Esto da como resultado un sonido de clic y no debería sonar en absoluto como una "l" en español o inglés. La "x" se pronuncia como la "sh" de inglés, que no existe en español. Nota: Encontré un error en la ortografía del texto publicado durante mi análisis sintáctico, explicado por el hecho de que "quematl" parece una forma nominal (con sufijo -tl) que no figura en el diccionario, que en realidad debería imprimirse quemati (saber), un verbo que figura en la lista y se ajusta al contexto de la traducción al español y estructura de la oración náhuatl. Subrayé este error en el texto original de la izquierda. Lea la segunda parte de esta presentación para obtener el análisis completo y las interpretaciones del texto.
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Aquí hay un poema de Natalio Hernández Xocoyotzin, poeta mexicano quien nació 1947 en Ixhuatlán de Madero, Veracruz. A continuación, los colores están destinados a facilitar la visualización del texto original que corresponde a la traducción, pero no está organizado de forma completamente sintáctica. Es sólo una casualidad que en el título ambas lenguas en sus formas imperativas contengan las letras -nem-. No señalaré todas las cosas interesantes que encontré aquí, pero por mencionar algunas, el verbo hueli significa "puede / pueda" en español, pero también "ayuda / ayude", porque el significado tiene que ver con la posibilidad y hacer las cosas posibles. La primera palabra quemantica es un adverbio de tiempo, como puede comprobarse en la segunda estrofa, donde amo queman significa "nunca" o "jamás", "never" en inglés. Finalmente mencionaré algunas posibles interpretaciones, incluyendo el tema de la importancia de la autopercepción y la autonomía en el contexto de la sociedad poscolonial. Los pueblos nativos, pero también todas las personas, no pueden depender de la ayuda externa, sino que deben continuar encontrando fuerza y sustento en su interior. Además, para mí está claro que hay un subtexto espiritual en el que podríamos decir que no podemos depender de Dios para que responda a nuestros problemas en esta tierra, sino que debemos distinguir el bien del mal y cómo avanzar por nuestra cuenta. Por lo tanto, caminemos solos, o en inglés: "Nos pararemos sobre nuestros propios pies": "We shall stand on our own two feet". Gracias por leer - Arón.
Disfruté analizando un poco más dos poemas náhuatl en el libro Palabras de los seres verdaderos y descubrí varias características lingüísticas. Son observaciones teoréticos y no más.
1. -sque = sufijo para verbos en tiempo futuro 2. ni- / no- prefijos de formas verbales en primera persona 3. -tzin, -oc, -ac, -ic = sufijos del tiempo pasado 4. to- = prefijo posesivo para 1a persona del plural / no- = 1a persona del singular 5. ica (de corazón) / -ih- = corazón: noihqui (en mi corazón); noyolihtic (en el profundo de mi corazón) 6. quem- = adverbio de tiempo / quemaya = algunas veces, otras veces 7. vocabulario: amo = no / amo queman = nunca, jamás / ipampa = porque / xochitl = flor 8. teot- (tarde / viejo / Dios) / Huehueteotl (Dios viejo) / teotaquilti (atardecer) 9. inemilis = vida / nonemilis - mi existencia 10. Nombres compuestos (genéticos en primer lugar): Teotlac-xochitl (flor del atardecer); xochime-cayotl (sarta de flores) Completé algunos de los ejercicios del idioma purépecha y disfruté de investigar un poco más el idioma. Con base en las variaciones relacionadas con la persona y el número, los patrones de conjugación limitados revelan un sistema verbal que hasta ahora parece mucho más fácil que el del español o del inglés. También parece que hay muchos menos verbos irregulares en purépecha de los que hay en español o en inglés. Tales verbos irregulares se limitan a aquellos que tienen significados relacionados con el significado de los verbos: Ser/Estar/Existir, Haber/Tener, Saber/Conocer, o Vivir/Radicar.
En cuanto a la pronunciación, vi un video publicado por Alba de Ocumicho, Michoacán y me ayudó determinar que la acentuación de este idioma me recuerda al francés, ya que las sílabas tónicas por regla general se aplica a la última sílaba pronunciada, con excepción de la é que se encuentra en el nombre del idioma. Sin embargo, las vocales finales de una sílaba no tienen un valor completo y son apenas perceptibles (al menos en su dialecto). Aquí he enumerado algunos ejemplos en purépecha escrita, alfabeto fonético internacional, luego español. amamba [a-'mamb], madre; najtsï ['natsch], ¿cómo? / ¿cuántos ?; tsimani [tsi-'man], dos; tanimu [ta-'nim], tres. Una cosa que me llamó la atención fue el uso mínimo de sonidos de consonantes sonoros. Como en la mayoría de las otras lenguas indígenas que hemos estudiado, la fricativa sorda [f] no está en uso y su contraparte sonora [v] tampoco es relevante. Se necesita tampoco el par que se encuentra tan comúnmente en inglés: [θ] (thick / thin) y [ð] (this / that). Al igual que el español, los sonidos consonontales sonoros que se encuentran comúnmente en muchos idiomas europeos son innecesarios: [z] (zipper), [ʒ] (pleasure), [ʤ] (jump), a pesar de que están presentes sus contrapartes sordas [s], [x], y [ch]. Además, esos sonidos consonantes sonoros que existen en purépecha son nasales [n], [m], [ŋ] o se usan después de / en coordinación con nasales: [b] chenembo, (en su casa); [d] charanda, (tierra rojiza); o [g] chesïnga (yo temo). En mi opinión, la pronunciación de la letra "η" sin la "g" detrás de ella, no es n-g como dijo el paquete "mango, tango", sino [ŋ] como se escucha en los discursos de muchos estadounidenses: singing, bringing. Estas son palabras en las cual no se suele enunciar la "g". Las consonantes sonoras que existen sólo aparecen en medio de las palabras, con la excepción del vocabulario prestado: - Najtsï erandisïki? - Sesi, diosï meiamu / - ¿Cómo amaneció Ud.? - Bien, gracias a Dios (literalmente "paga a Dios"). Por último, quería mencionar que las consonantes aspiradas solo van seguidas de vocales, lo que implica no solo un soplo de aire, sino una parada glotal para comenzar el sonido de la vocal, como está presente en inglés (off, on) y alemán (Auf Wiedersehen). Estos sonidos no existen en lenguas romances como el español o el portugués. Recientemente he visto algunas clases de náhuatl que se ofrecen en youtube por A Paquiliztli. Son bastante informativas y he disfrutado de una exploración superficial de este idioma aglomerativo.
La gramática náhuatl distingue entre sustantivos animados (personas y animales) e inanimados. Los sustantivos inanimados no están pluralizados, pero los sustantivos animados sí. Hay varias clases de verbos y el plural se forma de varias formas. Una clase de sustantivos animados termina con los sufijos (-tl, -tli, -li, -in) y se pluraliza eliminando esas terminaciones y sustituyéndolas con la terminación (-meh). Al igual que en el español, los pronombres no son obligatorios. En contrasto con el español, los prefijos (ni-, ti-, in-) sirven para identificar el sujeto de un verbo en náhuatl. Sin embargo, no hay ningún prefijo para expresar la tercera persona. De hecho, solo el contexto y las terminaciones de sustantivo plural y singular sirven para diferenciar los sujetos gramaticales de singular y plural en tercera persona. En la misma manera, se comprende la segunda persona del singular y la primera persona del plural, que comparten el prefijo (ti-). En nuestro ejemplo, ni siquiera tenemos un verbo, pero los mismos prefijos de sujeto se agregan a un sustantivo para implicar el significado copulativo del verbo español "ser". Esto me recuerda al ruso, en el que el verbo 'быть' (ser) carece de tiempo presente. Esto significa que una persona o cosa puede definirse completamente mediante un adjetivo o sustantivo como su ocupación. Estoy muy emocionado de aprender algo de náhuatl en las últimas semanas. Tomé un curso de la historia latinoamericana en la universidad hace años, pero nunca olvidé algunas de las palabras aztecas que aprendimos, específicamente "Quetzalcoatl / Serpiente emplumada". Un concepto que recuerdo es la referencia a la guerra florida, así que lo busqué e incluí un enlace aquí para cualquiera que quiera leerlo. Aquí hay otro enlace útil a un diccionario náhuatl que encontré. Este sitio ofrece resultados contextuales, en lugar de los resultados del diccionario tradicional, junto con una lista de préstamos en español y una lista de palabras náhuatl alfabéticamente.
Creo que es una gran pregunta sobre la simbología de las flores en las tradiciones de la simbología náhuatl. Noté por primera vez la simbología de la flor en el Popul Vuh quiché-maya en la historia del jardín secreto de Xibalba (el inframundo quiche-maya): Las hormigas cortadoras y el ramo colorido que tanto codiciaban los señores de la muerte. Esto despertó mi interés, junto con el mercado de flores coincidente en los escalones de la iglesia de Chichicastenango, donde se descubrió el Popul Vuh. Encontré un sitio web que explica parte del significado de las flores en la cultura azteca, que se explica como un pueblo culturalmente sofisticado. Aquí hay un enlace y algunos aspectos destacados. Significado: "Como la pluma de quetzal y la perla de jade, (la flor) era la esencia de algo precioso". Xochitl: Flor también es el nombre de uno de los meses en el calendario mesoamericano. Lingüísticamente: "Como metáforas, las flores se convierten en verbos y adjetivos" Cita de un poeta náhuatl: "Flor y canción: quizás las únicas cosas verdaderas en la Tierra". Además de todas sus acusaciones desenfrenadas, una de las primeras cosas que noté sobre La ficción Fidel fue su uso del humor y cinismo. Una tesis tenaz contra el régimen comunista cubano, el libro de Zoé Valdés se fija en la develación de mentiras y desinformación que rodean a la revolución, las que han logrado hipnotizar al mundo gracias al charlatanismo carismático de Castro. La revolución Valdés equipara con una ficción, un producto de marketing puro. Pero ya sabemos que esta experiencia revolucionaria, lo que sea, es también un filtro social por o una piedra común de la experiencia cubana. La estrategia de la autora para utilizar el humor y sarcasmo reconozco como una técnica psicológica de sobrevivencia. Sus chistes pesados son también útiles como una herramienta retórica efectiva para mostrar figurativamente al emperador, o en este caso, al “Coma Andante”, sin su ropa.
En su narración informal Valdés proporciona una serie de anécdotas personales, testimonios de segunda mano, y otras experiencias privadas que se agregan para cualificar una declaración de lo que pasó en la isla por 50 años. El libro se extendió por más de 330 páginas no porque Valdés no había expresado su punto de vista en las primeras dos cientos páginas, sino porque en su texto, la escritora cubana exiliada está tratando de rectificar la historia en su país, donde una experiencia que "se cuenta" se ha convertido en algo tan bueno como la verdad. Es una estrategia con la que Valdés reconstruye lo que puede considerar un verdadero archivo de la experiencia cubana. Dado que Valdés sostiene que la historia oficial ya no es viable bajo el control de un ilusionista despótico, enumera en su libro incontables anécdotas, momentos definitorios y productos culturales, que recoge de forma muy estratégica. Con su registro construido de lo que sucedió, desarrolla un archivo intencional y extraoficial que puede refutar y reemplazar las historias oficiales cubanas, que Valdés rechaza. De hecho las equipara con falsedad y propaganda. Sin duda muestra Valdés de manera eficaz su pasión por ayudar a los demás y marcar la diferencia. Sin embargo, El subtexto de este emotivo texto apunta a un sentimiento de culpa por parte de la autora, quien vive de ultramar y consiguió escaparse de las realidades inmediatas de la vida en la isla en las últimas décadas. En mi opinión, lucha con su propia desnaturalización de su país de origen y los problemas de abandono que rodean su propio y relativamente afortunado éxito en Francia. Estaba emocionado de leer en las páginas 244-255, una comparación entre los cubanos exiliados y la historia bíblica del Éxodo, ya que expone claramente su intención subrayada de justificar su autoexilio. Valdés revela que quisiera verse a la diáspora cubana (y por extensión a sí misma) como seleccionada por Yahveh o elegida para sea justa sobre un "faraón despótico". Esta comparación no ayuda a su argumento de ninguna manera, pero nos da una idea del ímpetu personal detrás de su escritura. Me gustó leer el comentario de una colega mía sobre la segunda parte de "La ficción Fidel". Estoy de acuerdo ella, que “las violaciones de los derechos humanos y las atrocidades de Fidel Castro todavía se están revelando hoy en día”. Continuó: “Algo que me confunde es como el mundo entero ha ignorado el pleito y sufrimiento de la gente cubana por tanto tiempo y no hizo nada.” La idea de que Estados Unidos imponga la democracia a la isla no suena más justa que su apatía, pero usted menciona un punto importante sobre el papel de otros países e individuos en la validación y aceptación de las atrocidades que ocurrieron.
Esa es una cuestión que Valdés ha investigado y nos relata una larga lista de aquellos grupos e individuos que tuvieron la oportunidad de mostrar su solidaridad con los cubanos y no lo hicieron. Esto incluye al Papa, presidentes desde Carter hasta Bush, personalidades como Sting, Wim Wenders, la Unión Europea, entre muchos más. “¿Por qué los artistas más progresistas de Hollywood aceptan invitaciones directas del tirano?” (174). Existe una desconexión entre la gente común y la gente con influencia, dinero y una identidad liberada. Sin embargo, Valdés tiende a generalizar demasiado para transmitir su punto de vista. En su observación sobre los franceses, se refiere específicamente a la clase de francés que viaja por el mundo. Estas observaciones podrían ser ciertas para los trotamundos de cualquier país. Están ahí para mirar boquiabiertos y presenciar, pero no necesariamente para comprender. “Los franceses son muy curiosos, les gusta viajar a los sitios más espeluznantes del mundo, contemplar la miseria de los demás y comprobar que pese a esa pobreza todavía existen seres humanos con deseos de divertirse, de hacer chistes, de reír (¿qué van a hacer? No pretenderemos que se suiciden en masa), eso los rassure” (tranquiliza) (174). Esta idea de Cuba como tema de espectáculo me recuerda la idea estadounidense contemporánea de mirar un accidente de tren. Esto describe a una persona o situación cuyo comportamiento o estado es un desastre tal que es difícil apartar la vista. Respecto a este voyerismo, hay un elemento de culpa en la psicología de Valdés, quien está llamada a dar testimonio como forastera, viviendo en el exilio. Esta indignidad se contrasta luego con el capítulo sobre las Damas de Blanco, que han sobrevivido dentro de Cuba. “Estas mujeres no representan ninguna organización o tendencia ideológica; estas mujeres solo piden la libertad y la paz.” (181). Ellas juegan un papel esencial en la integridad de la esperanza (paciencia) entre los cubanos. Aprecio el ingenio y la ironía en los que se basa Valdés para tratar a Cuba y su historia bajo el mandato de Castro. A lo largo del libro, juega con las palabras comandante y coma ambulante cuando se llama a Fidel Castro “el Coma Andante” (110), lo que puede referirse al estancamiento y sufrimiento que Cuba experimentó. “El Domador en Jefe no pierde ni a las escupidas y cualquier oportunidad es buena para afincarse y apretar la tuera” (110).
Su comparación con Fidel como loro fue interesante, ya que son criaturas coloridas, bastante inteligentes, muy sociables y longevas, conocidas por sus imitaciones del habla humana. El subtexto aquí es que Castro era un cerebro de pájaro, incapaz de entregar comunicación auténtica. "Eso me recuerda el chiste popular que cuenta que el Papagayo en Jefe se pavoneaba como siempre discurseando en la tribuna de la plaza de la Revolución, y se puso a lo que más le da pucheros de gusto, a soltar sandeces“ (110). En la broma, Castro anuncia al pueblo cubano que los hombres irán a trabajar a campos de trabajos forzados, que las mujeres serán esclavas sexuales de los funcionarios y que sus hijos serán enviados a pelear en guerras innecesarias. “Y todo aquel que se atreva a disentir será ahorcado." A su declaración la única respuesta por parte de los cubanos es preguntar: "¿La soga la pondrán ustedes o tendremos que ocuparnos de conseguirla?" (110-111). El humor negro y el doble sentido forman parte integral del arsenal literario de Valdés en su tratamiento de la cuestión cubana. Este punto quedó claro antes en la novela cuando, enojada por la mentira de Fidel sobre Bastista, ella se refiere a él como “el hijo de gallego de Birán” (15). Los detalles de la represión cubana, combinados con la apatía y la inacción por parte del Vaticano, Washington, Hollywood y otros, llevan al autor y lectores a un lugar tan oscuro donde solo la ironía puede dar esperanza. “La mayor parte del mundo considera que el parque temático del castrocomunismo en lo que se ha transformado la isla bajo el mando castrista no es una dictadura, sino más bien una dictablanda, por el simple hecho de que el Comandante siempre se ha declarado de izquierdas“ (175). La autora protesta poco después: "Suscribo, no existen dictaduras de izquierdas y de derechas, existe el horror de la tiranía” (178). Valdés reflexiona sobre el magnetismo ineludible que exudaba Castro entre su pueblo. Cuando una mujer le pregunta a Valdés si había pasado una noche con él, Valdés se fija que “hubiera podido responderle que no sólo había pasado una noche, sino la vida entera con Fidel” (178). La respuesta de la mujer que “el sueño de mi vida es pasar una noche con Fidel”, es un claro ejemplo del dominio de Fidel sobre la opinión pública “en aquellos años robolucionarios”, a pesar de “la gran confusión” (178) que trajo en el año 1959. Las discusiones en clase han sintetizado algunas preguntas sobre la autenticidad de la historia de la autora, Zoé Valdés en su libro La ficción Fidel. Mis colegas se preguntan por qué Valdés se centra en Castro y no en Bastista, o por qué nos está dando un relato emocional de este período, en lugar de un relato histórico. Algunos se sienten más cómodos creyendo la historia cuando se presenta de una manera tradicional y patriarcal. Valdez aborda esto cuando habla de su desdén por la historia. En la Cuba de Castro, la educación se convirtió en una forma de propaganda estatal. La mayoría de los libros extranjeros fueron desterrados y la historia se reescribió para colocar a Castro en un pedestal. Según Valdez, la Historia se reformuló de tal manera que promoviera falsedades y oscureciera la verdad. Como señaló el profesor, los archivos donde se pueden guardar posibles verdades estaban prohibidos al público en general y todavía lo están hoy.
El nombre del libro y los primeros capítulos nos dan una idea clara del propósito de la novela. La revolución fallida de Fidel tuvo éxito en la comercialización de su marca, a pesar de no estar a la altura de sus promesas. El éxito de su ideología se logró primero a través de la ingenuidad, la apatía y el silencio, luego mediante la violencia y un estricto control de la población. Se instaló una sensación de desesperanza y el pueblo cubano sufrió mucho. Esta Ficción fue el producto que Fidel vendió a sus compatriotas. Le dijo a su pueblo que en la revolución no les faltaría nada, que él era justo en su enfoque de las relaciones internacionales. Parte de su éxito fue el ataque exitoso y el desmantelamiento del pasado (la historia), que luego trastornó una sociedad, ya que la no realidad tomó el lugar de la verdad. Con el pasado olvidado, sobrevivir al presente y dar forma al futuro se convierten en tareas casi imposibles. Valdez no puede soportar los libros de historia porque fue entrenada para no confiar en su contenido manipulador. Una colega comentó “Yo como latinoamericana no necesito fechas ni hechos concretos. Yo no veo el libro como hechos históricos, sino como la historia de una revolución fracasada, cuyo resultado ha llevado a un país en ruinas, ha habido muchas mentiras, sangre y muchos sueños rotos.” Yo estoy muy de acuerdo con ella, ya que tengo compañero cubano y conozco estas atrocidades de su lado. Lo que me hace pensar lo más es la pregunta, ¿Por qué nos preguntamos ahora con este libro, después de leer Junot Diaz? Su tratamiento no fue ni más ni menos histórico. Incluyó muchas informaciones sobre los Trujillistas y no fue soportado por fuentes académicas. ¿Estamos más investidos personalmente con la situación en Cuba? o ¿Es el caso de que nuestro autor no obtenga el mismo beneficio de la duda que disfruta Díaz? Zoé Valdez en su libro La ficción Fidel nos relata de terribles atrocidades de la revolución cubana que fueron desconocidos al mundo. Debido en parte al “silencio tejido” (p.3) de su país debajo del régimen castrista, trajeron gran sufrimiento al pueblo cubano la ceguera y el acomodamiento por parte de la comunidad internacional y de la sociedad cubana en respuesta a cambios políticos radicales. Valdez nos explica: Fidel Castro fracasó con su revolución, pero triunfó en una sola cosa, en su estudio del marketing,” (p. 12). A través del fenómeno de lavado de cerebro, el “ignorante silencio” hizo colaboracionistas del pueblo cubano y de aquellos que tenían libre acceso a la información que contribuyó “a impedir que el mundo sepa de la humillación y del dolor del pueblo cubano (p. 3). “Dejábamos de ser seres humanos para convertirnos en seres cubanos,” (p.48).
Reportajes de la prostitución infantil me llamaron la atención de inmediato y parece ser una de las muchas escandalosas violaciones de derechos humanos que asolaron a los cubanos bajo el régimen opresivo. Tan extraño como esto puede sonar para algunos, esto podría compararse con nuestra propia democracia en los Estados Unidos hoy, donde la pornografía infantil, la separación de familias y la trata de personas continúan a pesar del beneficio de la historia y el aparente cambio de régimen. “Los profesores de Historia hacían hincapié en la etapa prerrevolucionaria como una etapa erradicada, plagada de corrupción, prostitución, desempleo y todo lo malo y lo infame (p.49). Prácticas como la elaboración de libros de historia prejuiciados y obligatorios por el estado, la ilegalización de libros extranjeros y los académicos controlados por el estado de las generaciones más jóvenes eliminaron la verdad y la autenticidad de la vida cotidiana. “La historia no me interesa para nada, como no sea para escribir novelas.” En forma de novela, Valdez permite analizar los hechos y horrores de Cuba bajo Castro. El filósofo alemán Nietsche en sus Meditaciones intempestivas analiza los usos y abusos de la historia para la vida. No se debe leer la historia de forma desinteresada para aprender sobre el pasado. Más bien, deberíamos leer y estudiar la historia para aprender del pasado y mejorar nuestro futuro. Creo que esta es la intención de Valdez y, con suerte, de sus lectores. “La historia la hacen los escritores,” (p. XV). En página 105 leemos una estrofa de la Fábula del viejo cordero por Ricardo Vega. En la última copla dice: “Pobres corderos, sin veredictos, todos murieron”. Como ovejas, nos extraviamos cuando creemos lo que no debemos y somos apáticos ante las injusticias. En su novela, Valdez puede tratar la historia con una perspectiva personal que no sería posible en una historia académica. Esto es particularmente poderoso, dado que las voces disidentes fueron aplastadas bajo la dictadura represiva de Castro. Sobre la revolución cubana, una colega mía escribió que, “Los cubanos no podían hacer nada” y es un buen comentario sobre la desesperación que sufrieron los cubanos bajo el régimen castrista según Valdez. Tan drástico fue el cambio social después de la revolución, que “dejábamos de ser seres humanos para convertirnos en seres cubanos,” (p.48). Esto me llamó la atención como una realidad universal en varias formas de pensamiento de grupo, incluso en la religión occidental. Como leí en el Tratado de ateología de Michel Onfray, las confesiones abrahámicas han conformado a cientos de millones de personas a lo largo de la historia, haciendo que valoren los mundos subyacentes idealistas por encima de la realidad misma. La comercialización del cielo para la vida eterna de un alma es similar a los éxitos comerciales de Castro con su lavado de cerebro del público. Valdez nos explica: “Fidel Castro fracasó con su revolución, pero triunfó en una sola cosa, en su estudio del marketing,” (p. 12). Con esto quiero decir que, en el caso de Castro, se situó a sí mismo y a su dogma revolucionario incluso por encima de la iglesia. Las expectativas de un ciudadano cubano después de la revolución castrista eran inhumanas. Lo vimos en el relato detallado que da Valdez de las raciones de comida limitadas que recibían los cubanos. La prostitución infantil y la prohibición de estudios académicos para las mentes jóvenes me parecieron horribles ejemplos de las indignidades impuestas a la Cuba revolucionaria. Tengo un buen amigo cubano que vive y trabaja en Kansas City. Me cuenta lo mal que todavía está ahí ahora. Hay una gran cantidad de paranoia entre la gente común, debido a décadas de la falta de libertad de expresión, una policía secreta, brutalidades, y desapariciones. Es completamente humillante para el pueblo cubano y creo que esa es una de las razones por las que Valdez se refiere a ella como una cuestión de seres humanos y seres cubanos. "Me dices que es evolución,
Bueno, ya sabes que todos queremos cambiar el mundo " - John Lennon El homo sapiens, como animal obsesionado con las ideas compartidas, ha inventado innumerables conceptos que sirven a nuestra comprensión del mundo. Tanto los historiadores como los físicos pueden estar de acuerdo en que conceptos comunes como la propiedad, los continentes, las razas, el tiempo y el espacio, la historia, la ficción y la revolución tienen definiciones que a veces desafían tanto la lógica natural como la sencillez. Hay una sabiduría ancestral que nos enseña: El cambio es lo único constante en la vida. De hecho, aquellas criaturas que no se adaptan, evolucionan y cambian mueren y se extinguen con el tiempo. Cuando experimentamos o exigimos un cambio rápido y profundo, la forma más común de describir la nueva tendencia o realidad es con la palabra “revolución”. En esta manera, el descubrimiento de la penicilina supuso una revolución en medicina. Sin embargo, en su uso excesivo, al describir cualquier avance tecnológico o movimiento político que cambie la forma en que hacemos algo, el significado de “revolución” se ha desdibujado y carece su contexto histórico. Aunque por la definición astronómica, una revolución se refiere al movimiento orbital de un objeto alrededor de otro objeto y un regreso al lugar de partida, la definición contemporánea de una revolución política es un cambio fundamental en el orden político en un corto período de tiempo, e indudablemente no es una progresión que te lleva de vuelta a donde estabas antes, sino a un nuevo orden social. Este cambio político conlleva no solo las asociaciones positivas de una liberación de las clases bajas de la represión, sino también componentes negativos de la violencia que a menudo ocurre para realizar ese cambio. En este sentido, cuando la gente exige el cambio rápido en la política, la lucha misma se convierte en la revolución. En el contexto del fracaso del nuevo orden en la revolución, este gran cambio político cubano que no hubo exigido, hay poca diferencia entre una revolución y un golpe militar que, por su caudillismo resultó en un gobierno absolutista y tiránico, cuyo legado todavía está muy presente hoy. En La ficción Fidel de la autora exiliada Zoé Valdés, la palabra “revolución” es el nombre engañoso de un producto desarrollado por Fidel Castro, que se convirtió en el mayor triunfo de marketing del siglo XX. “Fidel Castro ha sido el más grande especialista de marketing que ha dado la historia contemporánea. Creó un producto –la revolución– y todo el mundo se lo compró”, (12). Irónicamente, Valdés sugiere un espíritu comercial e intenciones egoístas debajo de la revolución del izquierdista popular. Al definir la revolución en términos capitalistas de marketing y producto, le acusa a Castro de utilizar herramientas imperialistas para demostrar que Castro era hipócrita y mentiroso. Cuestionar la integridad de Fidel es un ejercicio inútil, excepto para convencer a sus seguidores, a aquellos que pueden creerlo como un hecho, o son reprimidos en el silencio. Es difícil separar la verdad genuina de la creencia local, ya que unas pocas palabras luego, Valdés metaforiza la ficción consumida con éxito de la revolución de Castro con el “neutralizar al pueblo cubano con (sus) maniobras de mago negro”, (12). Aquí es interesante considerar que, en el entendimiento cubano, Castro estaba familiarizado con las tradiciones espirituales afrocubanas locales como el misticismo yoruba, el palo monte así como el vudú. “Yo acuso a los inoculadores del virus del terror, de la doble moral, del doble lenguaje”, (5). Al leer Valdés y su análisis de la revolución cubana, es claro que la equipara también con una ficción ante sus promesas incumplidas. De esta manera, el nombre revolución se convirtió en un arma de propaganda utilizada para comercializar el poder en un régimen autoritario. Castro fue un líder muy carismático que logró manipular la opinión pública y, sin embargo, esta fue una característica superficial, una máscara en el rostro de Frankenstein, como podría describir Valdés. Castro vaciló entre ser marxista, socialista, comunista, imperialista, llenándose los bolsillos mientras afirmaba resistir a la economía dolarizada. Hoy día se entiende la revolución como sinónimo de la liberación a través del surgimiento de los estados nacionales del colonialismo en el siglo XIX y finales del XVIII. Quien está luchando por una revolución, debe ser un héroe, ya que se suele pensar que los revolucionarios están en el lado correcto de la historia. “Yo acuso al silencio tejido en nombre de una revolución alrededor de una isla: mi país”, (3). Según Valdés, la base del poder en el sistema político cubano se ha basado en la ilusión bien propagada, las mentiras y la voluntad de otros para aceptar esas mentiras. "Me recuerda cuando en la escuela, en Cuba, aprobabas sólo respondiendo a la pregunta política: 'Describa cómo era Cuba antes y después de la revolución.' Con echar pestes en contra del pasado y regar de flores a la revolución, pasabas de grado los demás no tenía ninguna importancia”, (191). Un uso transitivo menos conocido del verbo "revolver" (raíz de “revolución”) es discutir, imaginar o meditar sobre diversas cosas o circunstancias, reflexionando sobre ellas. Escribiendo desde la diáspora cubana, Valdés contempla los conflictos inherentes del hecho versus la ficción, la historia oral y la memoria contra la Historia escrita, y esa investigación impregna este libro. Valdés comparte una filosofía célebre habanera: “El que vive de ilusiones muere de desengaños,” (123). Y continúa “El cubano ha vivido estos últimos casi cincuenta años varado en la ilusión. La ilusión de libertad”, (123-124). Las personas tienden a creer lo que les dicen las autoridades, especialmente cuando no hay información alternativa disponible o cuando están cegados por el deseo. En lo que respecta al legado de las contribuciones de mujeres cubanas de la época prerrevolucionaria, escribe: “Para muchas de ellas se interrumpió la vida en el año 1959, a la llegada de los barbudos al poder, porque el sentido de sus vidas, o sea sus obras, les fueron expropiadas pasando a ser ‘logros colectivos de la revolución castrista’, hasta que en poco tiempo desaparecieron”, (81). Lo que Valdés ve cómo equidad social e intelectualismo se perdió en una revolución en la que militares “ignoraban todo de economía y de proyectos sociales, y … hundieron el país en la miseria más caótica, en el capitalismo más salvaje”, (81). La investigación de Valdés del pasado le conlleva mucho dolor y sufrimiento, pero la autora resiste la culpa que se siente como exiliada por dar una voz al archivo de conocimiento que es la experiencia cubana. "'Hagamos', le dije a la periodista, 'como si yo fuera tú'. todo es permitido en la ficción Fidel. 'Llévame contigo dentro de tus preguntas', y así lo hicimos", (81). Su comparación con Castro como loro fue interesante, ya que son criaturas coloridas, bastante inteligentes, muy sociables y longevas, conocidas por sus imitaciones del habla humana. El subtexto aquí es que la comunicación de Castro era un falsa y superficial, que tenía cerebro de pájaro y que fue incapaz de entregar comunicación auténtica. "Eso me recuerda el chiste popular que cuenta que el Papagayo en Jefe se pavoneaba como siempre discurseando en la tribuna de la plaza de la Revolución, y se puso a lo que más le da pucheros de gusto, a soltar sandeces“, (110). En la broma, Castro anuncia al pueblo cubano que los hombres irán a trabajar a campos de trabajos forzados, que las mujeres serán esclavas sexuales de los funcionarios y que sus hijos serán enviados a pelear en guerras innecesarias. “Y todo aquel que se atreva a disentir será ahorcado." A su declaración la única respuesta por parte de los cubanos es preguntar: "¿La soga la pondrán ustedes o tendremos que ocuparnos de conseguirla?" (110-111). Al concluir, aunque la revolución puede ser el resultado de una evolución robusta, también puede desencadenar una devolución de la sociedad, como lo atestigua Valdés en su novela. La afirmación de que la revolución cubana no es otra que un producto engañoso, comercializado por un mentiroso de talla mundial, es atractiva y está irónicamente respaldada por la memoria y las anécdotas personales. Para comprender el pasado debemos aprender de él y para aprender de él, debemos hablar de él. Esto es especialmente cierto cuando la historia escrita es secuestrada, alterada o destruida. El humor negro y el doble sentido forman parte integral del arsenal literario de Valdés en su tratamiento de la cuestión cubana. Sin embargo, presenta un argumento convincente a favor de la revolución como simple señuelo para un golpista carismático. En Cuba, donde la esperanza de gran cambio social se convierte en fracaso, ilusión y abuso, las historias de sobrevivientes sobre la represión del pueblo que solo pueden comenzar a revelar la verdad, o más bien la ficción, detrás de 50 años de la revolución cubana. |
Aaron BurnsI'm an entrepreneurial linguist and musician, a European in a former life, and an indefatigable conversationalist (like June). I'm available for hire as coach, teacher, writer, editor, analyst, consultant, marketeer, content specialist, translator, interpreter, MC, facilitator or performer. This blog is a portfolio of my interest and abilities in various languages of which I have extensive knowledge. I am also a student of several other languages that I am less intimately familiar with and they all bring me great joy. I currently hold degrees in Language and Literature as well as in Vocal Music Performance, both fields in which poetics and interpretation are no strangers. Archives
December 2023
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