Jack (or Judith) Halberstam, author of “Trans*” (2017), is an expert on finding and examining the value of “in-between” places. This is a concept that can aid in describing experiences not unique to queer theory, but that are also typical of discussions about transculturation, cultural syncretism, and human migration. In the introduction to her book “The Queer Art of Failure” (Duke University Press 2011), she identifies these medial states of being as being secure from the hooks and snares that constantly lure people toward the hegemony of “binary formulations”, which are essentially a construct of tradition, and not a tangible reality. As we know, the world is not just black and white, but exists in many shades between. By responding to cultural products that range from mainstream and commercial animated films that were designed for children to serious literature and visual art, she institutes an alternation between low- and high-theory that effectively delivers the reader to an unconventional and “more chaotic realm of knowing and unknowing” in order to “dismantle the logics of success and failure,” (p. 2), thereby undermining the definition of achievement in our “heteronormative and capitalist society”, which tends to define people in terms of their ability or willingness to procreate and accumulate wealth to which we are subjected. The dismantling of “the logics of success” and the recognition that failure is an art in and of itself can be considered subversive within the realm of heteropatriarchy, but is in fact liberating for those who accept and practice it: “Failure is something queers do and have always done exceptionally well; for queers failure can be a style, to cite Quentin Crisp, or a way of life, to cite Foucault,” (p. 3). Halberstam argues that from failure emerges a transformative “knowledge from below” (p. 11) that is not commonly accepted as standard erudition and is therefore insight that has been subjugated, yet offers its own rewards in its ability to free people from the “punishing norms that discipline behavior” (p. 3) in a society that values exceptionalism and abhors defeat while turning a blind eye to the “tilted scales of race, class and gender”. From the unsavory acts of “losing, forgetting, unmaking, undoing, and unbecoming” (p. 2) springs forth a counterknowledge that allows for the establishment of relevant archives that generate creativity, discovery and defiance.
This conversation is thought-provoking and brings so many questions to mind. Will the masses ever face the failure of our shared delusion in favor of manifest destiny and exceptionalism. If so, what will be learned? Is it the failure of our government and constitution(s) or the citizenry that the incarceration rate in the United States is is over 2.3 million people? If failure is an art for (queer) people, at what point does it become intentional? Does the bright side of defeat negate the validity of the adage: “If at first you don’t succeed, try, try again?” In support of her treatment of failure as a uniquely queer art, Halberstam discusses many other fascinating topics such as an extensive analysis of the beneficial act of forgetting, along with an examination of the relationships between feminism and trans-identity, homosexuality and fascism. I hope to tackle more of this amazing book in future posts. Photo by Randy Fath on Unsplash.
Lucanamarca se refiere al lugar donde vivía Modesta (la campesina) en la Sangre de la aurora. En su ensayo "Lucanamarca, y la violación en 'La sangre de la aurora'", April Knupp concluye que "En efecto, la voz de la mujer indígena se pierde en la dominación masculina de Lucanamarca, " (pág. 88). Este fue un lugar de conflicto armado y masacre genocida en Perú. En este lugar" Melanie se siente unida a estas mujeres, y enseguida sufre una violencia sexual igual a las otras ” (pág. 91).
La interseccionalidad se refiere a conexiones y experiencias compartidas entre personas en la sociedad. En el libro de Claudia Salazar Jiménez, (La sangre de la aurora) vemos una diversidad de tres personajes principales, tres voces que conforman una narrativa más amplia. Los puntos en común entre Marta, Modesta, Marcela nos muestra que sus experiencias compartidas como mujeres son más relevantes frente a la violencia y la violación que sus diferencias: clase, raza, vida familiar y sexualidad. La autora utilizó este método para demostrar que en los conflictos, el género y específicamente la "formación de las mujeres" es fundamental para una revolución exitosa. La variedad de voces narrativas nos da esta interseccionalidad en lugar de una narrativa más tradicional con un protagonista, algo que la autora considera homogéneo. Foto de Ehimetalor Akhere Unuabona en Unsplash. "“La verdadera igualdad entre el hombre y la mujer sólo puede alcanzarse en el proceso de la transformación socialista de la sociedad en su conjunto,” Mao Tse Tung (p.39).
Una de las tres protagonistas en La sangre de la aurora de Claudia Salazar, Marcela / Mel (Camarada Tres), es una idealista que cree en la revolución como el único medio de hacer una diferencia para su hija. A lo largo de los períodos colonial y neocolonial, especialmente en Perú, las mujeres han jugado un papel fundamental en rebeliones y movimientos de resistencia (por ejemplo, Chimborazo 1871 y Condorquanqui un siglo antes). Este libro nos da una idea del liderazgo de estas mujeres y los peligros que enfrentaron como organizadoras de la revolución. Reflexiona sobre este legado, refiriéndose más bien a la cultura española cuando menciona la influencia de Teresa de Ávila, la mística española que, con la ayuda de su protegido Juan de la Cruz, reformó la orden de los Carmelitas dezcalzos: “Admiraba su perseverancia y su camuflaje. La disciplina también. Con un centro claro, fijo y estable, con una disciplina recta y sólida, sólo queda por calcular el delicado tejido del discurso. Decir lo que otros quieren escuchar y así, en las sombras, detrás de lo que se muestra y se exhibe, ir trabajando para los objetivos que una quiere. Fernanda tenía razón, las palabras podían ser más poderosas de lo que parecen. El fermento femenino será la clave en esta lucha, me dijeron el líder y Fernanda,” (p. 34). La razón que se nos da es que cuanto más explotadas son las personas, más probabilidades hay de que tomen las armas. Creo que no es solo su explotación lo que llevaría a las mujeres a tomar las armas o llamar a la revolución, sino también su papel en la sociedad como núcleo de la familia y la cultura. Las mujeres nos enseñan a hablar, a vestirnos, a comer, a adorar y a orar también. Piense en nuestra señora de Guadalupe en México. Aunque el cristianismo se impuso a los pueblos indígenas, algunas partes les hablaron, como la importancia y veneración de la bendita madre como elemento central de la sociedad. Yuxtapuestos con los destellos de la psicología de Mel y el camino hacia la revolución, hay pasajes de pura violencia y caos. Las secciones del texto no tienen forma ni puntuación. Esto invoca una respuesta visceral del lector que se suma a la urgencia de la búsqueda de Mel para generar una rebelión armada que causará un gran cambio social: “inútil crac filo del machete un pecho seccionado crac no más leche otro cae machete puñal daga piedra honda crac mi hijo crac mi hermana mi esposa crac mi padre crac carne expuesta el cuello roto machete globo ocular atravesado bala fémur tibia peroné bala sin cara oreja nariz...,” (p. 33). "La sangre de la aurora", Claudia Salazar (2013) Foto de Cesar Carlevarino Aragon en Unsplash. En el cuerpo una voz:
“...todas las preguntas que no fui capaz de formular se acumularon: de no haber hecho lo que hizo, ¿seguiríamos viviendo en la granja? ¿Hubiera conocido a Elena? Mi hermano, una vez que el Colapso acabara, ¿hubiera armado una familia? ¿Hubiera sido un padre inflexible, un padre tolerante? ¿Volvería a contarme anécdotas de nuestra madre, una mujer de la que no recordaba nada y por la que él sentía un afecto que yo miraba desde una lejanía infranqueable?” (ubicación 1501). Como protagonista y videógrafo, el papel de Rodolfo es dar voz a un cuerpo de testimonios personales en una sociedad colapsada, en el que ha sido moldeado por la muerte de los más cercanos a él. En reacción a la violencia extrema, la descuartización de seres humanos, y el canibalismo desenfrenado, Rodolfo recompila y expone su propio cuerpo de testimonios y narrativas que logran dar nombres e identidades a las víctimas del caos. Rodolfo está al centro de una compilación de voces, las que utiliza para recomponer el cuerpo descuartizado de su comunidad marginalizada. Está luchando contra la descomposición de la individualidad, tal como está representada en las fosas comunes y en los propios recuerdos e identidad perdidos de Rodolfo. A lo largo de la novela, las varias representaciones fragmentadas y viscerales dan orden al texto con sus varias narrativas y perspectivas. Sus temas repetidos son extremidades que dan corporalidad y estructura al texto. Rodolfo es el agente activo, el hilo que une todo esto con efecto impactante. Además, Barrientos ha incluido elementos de realismo mágico, como narra el hermano de Rodolfo desde una perspectiva espiritual que representa el mundo del más allá. Las atrocidades de las brigadas y del General representan una violencia sin rostro, tan horrible que al menos esperamos que sea irreal. Esta cita nos revela que incluso después del éxito en la supervivencia de los logros heroicos, el propio Rodolfo está marcado y atrofiado tanto emocional como mentalmente. Rodolfo tiene un extraño éxito en este mundo después del colapso. No fue herido de muerte ni víctima de la churrascaría humana, ni fue obligado a consumir carne humana, como muchos de sus compatriotas. De hecho, obtuvo cierto éxito, ya que pudo capturar los testimonios y registrar algunas historias que se habían perdido en una sociedad que dependía de los rumores y las leyendas urbanas. Aquí el realismo golpea al lector. Quisiéramos pensar que hay algo de redención para Rodolfo, que está mucho más interesado en comprender el mundo que en vengarse de él. Persuade a García para que no queme vivo al General, el General que es simplemente representante de la fealdad inherente en el mundo. El mal engendra maldad, aunque fiel a su naturaleza heroica e identidad como héroe arquetípico, Rodolfo sucumbe a un nivel de locura y colapso mental. Finalmente es la manifestación corporal de una voz en el ámbito político que hace revolucionario Rodolfo. Foto de Jaël Vallée en Unsplash. La novela de Maximiliano Barrientos "En el cuerpo una voz" (2018) es una narrativa cargada de acción que capta con urgencia la atención del lector en las primeras líneas con dos hermanos bolivianos, uno con una herida de bala reciente, que huyen de peligros desconocidos hacia una zona rural con poca gasolina.
La tangibilidad de la sangre y luego la clandestinidad del pueblo con la acogida hostil de los muchachos por parte del ayoreo, la trastienda llena de mujeres semidesnudas y dopadas, el médico y su cámara quirúrgica escondida bajo el suelo son detalles impactantes para al lector y sugiera un escenario posiblemente post-apocalíptico. Es el hermano sano, armado con una Glock, quien cuenta la primera parte de la historia desde una perspectiva en primera persona. Interactúa con el médico, para revelarnos que están huyendo de las brigadas del General que se abren paso por el campo. Un elemento sobrenatural se introduce cuando el hermano, al despertar de la cirugía, revela que vio a su madre. Sabemos que el narrador está vacío por dentro cuando escucha esto, sin memoria propia. Le tortura no poder recordar su rostro o su voz, por ejemplo. El hermano herido tiene diez años más y menciona que también vio a Isabela mientras estaba en la mesa de operaciones. Este nombre es significativo para el narrador de alguien relevante para sus vidas antes del colapso. Cuando los hermanos buscan refugio y comida en los restos del fuselaje de un avión estrellado enterrado en la selva, no están preparados para el clima frío y no tienen servicios sanitarios para la recuperación del hermano herido, pero este es claramente un intento desesperado por sobrevivir. Después descubrimos la seria amenaza a sus vidas, con el General y sus brigadas con horribles escenas de churrascas humanas y consumo en vivo de seres humanos. Horribles escenas revelan a un monstruoso General que se rodea de canibalismo y deshumanización. El libro me transportó de una manera cinematográfica. Llegados a este punto, diré que me pregunto si el autor conocía o se inspiraba en absoluto en la popular serie de televisión "Sobrenatural" (2005-2020) en la que dos hermanos viajan en coche para escapar o cazar vampiros y demonios. Ellos también están obsesionados por su pasado y el recuerdo de su madre y otras mujeres importantes en sus vidas. El horror fantástico y casi irreal en estas escenas se equilibra con el realismo como las narraciones que se encuentran en cada testimonio en video. Esto da como resultado un uso creativo de la narración, cambiando a otros relatos en primera persona de los sujetos de la entrevista del narrador y presentándonos un vocabulario de imágenes similar a un video. Hemos avanzado o, más probablemente, hacia atrás en el tiempo, y ahora entendemos que el narrador estaba trabajando para recopilar testimonios en video de varias víctimas individuales de violencia y asesinato. Quizás es por eso que él y su hermano están siendo perseguidos personalmente por el mismo General en la primera parte de la historia. Foto de Zoltan Tasi en Unsplash. Da passt es gut, dass Jen Calleja die englische Übersetzung von Marion Poschmanns deutschem Roman Die Kieferninseln (2017, Suhrkamp Verlag) zur Verfügung gestellt hat, wenn man bedenkt, dass sie auch Mein Vater war ein Mann an Land im Wasser ein Walfisch (2016) von der Schweizerin Michelle Steinbeck übersetzt hat. Beide Romane wurden von Dichtern geschrieben und bieten dem Leser Prosa mit einem ungewöhnlichen oder gar surrealen poetischen Unterton. Tatsächlich war ich schon in der Wachtraum-Sequenz auf den ersten Seiten an den in Steinbecks Roman beschworenen Traumzustand erinnert worden und erst nach der Lektüre des Buches auf Deutsch wurde mir klar, dass es einen direkten Zusammenhang über die englische Sprache gibt Übersetzer. Poschmanns Die Kieferninseln war schnell gelesen und bot sowohl humorvolle als auch deprimierende Abschnitte, vermischt mit bildreichen Passagen, die sowohl die urbane Umgebung, aber vor allem die Naturlandschaften Japans darstellten.
Die Hauptfigur Gilbert Silvester flieht aus Deutschland, nachdem er davon geträumt hat, dass seine Frau ihn betrügt. Auf der Flucht vor den Annehmlichkeiten und dem Luxus seines kaffeetrinkenden Landes, um auf einer Pilgerreise in die Teekultur Japans Erleuchtung zu suchen, nimmt dieser Experte für Bartmode seine oberflächliche und eurozentrische Haltung mit auf die Reise. "Mit der Wende hatte sich sterben DDR zu ihrem Glück von einem Tee- zu einem Kafeeland gewandelt, (S. 14). Im Zwiespalt zwischen seinem Misstrauen und Missverständnissen mit seiner Frau Mathilda schreibt Silvester ihr an jedem Punkt auf dem Weg, doch er scheint seine Briefe nie zu beenden und wir können davon ausgehen, dass sie nie abgeschickt wurden. Dies diente als literarisches Mittel zum auslegenden Geschichtenerzählen und gab uns Anlass, die Ehe und möglicherweise die gesamte Handlung als imaginäres oder sogar frivoles Abenteuer zu betrachten. Seine eigene Männlichkeit und sein Selbstverständnis kastriert Silvester mit seinem pseudowissenschaftlichen Forschungsfeld weiter. Rassistisch aufgeladene und homophobe Schlussfolgerungen über die Bartkultur beinhalten vereinfachende und sinnlose Behauptungen wie "Gott trägt vollbart" (S. 23). Seine Analyse der Gottesdarstellung Michelangelos und Adams Ganzkörperrasur in der Sixtinischen Kapelle, scheint der Höhepunkt seiner wissenschaftlichen Entdeckungen zu sein und steht im Roman als Thema äußerer Oberflächlichkeit in deutlichem Kontrast zu den Fragen der Selbstfindung und des tieferen Sinns des Lebens , was das Ziel seiner Suche in Japan ist. In Japan angekommen, verlässt Silvester das urbane Tokio schnell in Begleitung eines schüchternen und manchmal recht stummen jungen Japaners, Yosha, der Silvester als scheinbar ungeschickter Begleiter in der japanischen Wildnis dient. Mit einem Exemplar des vollständigen Handbuchs zur Selbstmordbegehung in der Hand ist Yosa besessen von dem Vorschlag, sich selbst zu töten und wird inspiriert, sich von seinen weltlichen Leiden zu befreien. Gemeinsam begeben sie sich auf die Spuren des großen japanischen Dichters Bashō. Matsuo Bashō war ein Dichter aus dem 17. Jahrhundert, der auf der Flucht vor der intellektuellen Szene von Edo (dem modernen Tokio) schnell in ganz Japan bekannt wurde. Wie Silvester verdiente er seinen Lebensunterhalt als Lehrer; aber dann verzichtete er auf das soziale, städtische Leben der literarischen Kreise und neigte dazu, durch das Land zu wandern, nach Westen, Osten und weit in die nördliche Wildnis, um Inspiration für sein Schreiben zu gewinnen. Seine Gedichte wurden von seiner unmittelbaren Erfahrung der Welt um ihn herum beeinflusst und fassten das Gefühl einer Szene oft in wenigen einfachen Elementen zusammen. Yosa und Silvester schreiben beide Haikus während ihrer gemeinsamen Wanderungen und versuchen, die aufsteigende Einsicht dieses großen Meisters zu erschließen. Ich war überrascht und enttäuscht von der dilettantischen Behandlung des "kontemplativen Gegenstandes" dieses Romans. "Gefragt ist letztendlich eine Geisteshaltung, die imstande ist, das Tiefe überall zu sehen. Denn es bildet, so heißt es, den Grund der Erscheinungen. Und so kommt es womöglich dem am nächsten, was in der deutschen Mystik 'der Ungrund' heißt. " (S.46). Die Autorin streift hier beinahe Offenbarung und interkulturelle Verbindungen, schüttelt sie aber amüsiert ab und verzichtet auf die Möglichkeit, Schlichtheit, Intensität und Direktheit des Ausdrucks hervorzuheben, drei Eigenschaften, die ein gutes Haiku ausmachen. Es gibt jedoch eine Erlösung, als Yosa endlich den Sprung wagt und selbst zum Geist wird. "Er verfolgte aus der Ferne, wie Yosa von der Klippe sprang. Plötzlich konnte er wieder rennen, er sprintete hin, blickte in den Abgrund, sah aber nur weit unten die Wellen" (S. 142). Als Yosa in Meister Eckharts metaphorischen Abgrund eintaucht, vollzieht er seine langersehnte Verwandlung und lässt Silvester in der Nähe einer Geisterstadt allein und fragt sich, ob er am Küstenabschnitt war, wo das radioaktive Wasser aus Fukushima in den Krieg gelangt. Hier "Die Wellen wölbten sich, leckten über den Sand, zerflossen in weißen Schaum,” (S. 157). Ich konnte nicht umhin, an die letzten Zeilen von Heinrich Heines Gedicht "Aus alten Märchen winkt es" erinnert zu werden, das als vorletztes Stück von Robert Schummans Dichterliebe enthalten ist: Ach! jenes Land der Wonne, Das seh ich oft im Traum; Doch kommt die Morgensonne, Zerfließts wie Eitel Schaum. Dies scheint das Buch zusammenzufassen - eine große Traumsequenz, aber ohne den surrealen, ausgefallenen Charme von Steinbecks morbischer Antwort auf Lewis Carroll’s Alice im Wunderland. Das natürlich mit einer Ausnahme: nämlich der Traum im Traume als “Gilbert träumte von einem gigantischen Schwammpilz,” (S. 51). Vielleicht zielt Poschmanns Betonung darauf ab, von der expliziten "philosophischen Wahrheit zur poetischen Wahrheit oder in Bashos eigenem Begriff fūga no makoto zu wechseln. (Bashōs) Wahrheit der Poesie ... wurde von daoistischen Ideen durchdrungen, insbesondere vom Geist des unbeschwerten Wanderns (shōyōyū),” (Peipei Qiu, Bashō and the Dao; 2005, University of Hawai’i Press). Ihre Prosa scheint wie Wasser zu fließen, und wie Wilhelm Müller schrieb: "Das Wasser ist stets auf Wanderschaft bedacht," ("Das Wandern" Die schöne Müllerin). Darüber hinaus, wie im Dao Te King geschrieben, der wesentliche mystische Text des Daoismus: "Das höchste Gut ist wie das Wasser. Es nützt jedem, aber es streitet sich mit niemandem," (K. 8). Am Ende von Die Kieferninseln (S. 158) ist seine Wanderreise zur Erleuchtung zwar Thema von Silvesters letztem Haiku: Tausende Nadeln, Tausende Kilometer vor mir, hinter mir. Foto von Dejan Zakic auf Unsplash. È molto stimolante questo post su facebook (dalla pagina Rai Cultura - Letteratura) e perciò volevo commentarla. Secondo me è vero che il patriatismo e il nazionalismo sono la currente falsa dei nostri giorni (ed ovviamente ai tempi dei nostri antenatri). La domanda, se fosse possibile per le masse avere la libertà senza la patria trovo una buona. Il punto dell'autrice che è pazzo bisognare uccidere o essere uccisi in nome della patria e suo nazionalismo non lo considero ingenuo o immaturo, ma piuttosto logico. L'idea del pensiero di gruppo contro l'individualismo sembra essere un'arma a doppio taglio, anche quando si tratta di tecniche di sopravvivenza. Il riconnettersi con le nostre radici indigene (guarda 4 Key Connections di Luis Rodriguez) per salvare il pianeta dal capitalismo incontrollato significa abbandonare un certo senso di noi stessi per perseguire un bene più grande. Tuttavia, quel bene più grande è anche la logica dietro il furore nazionalistico.
Attualmente, molte persone vorrebbero pensare a se stesse come cittadini del mondo o cittadini europei piuttosto che come cittadini di un paese specifico. Inoltre il concetto di confini, con suo senso di essere in gabbia, contro i boundaries dell'inglese mi sembra una vera miniera d'oro sintattica. Nella lingua italiana, una volta capito immediatamente l'implicazione che avere dei confini (confines) è essere confinati, che non è spagnolo (fronteras), francese (limites), tedesco (Grenzen) o inglese (borders). In effetti, siamo legati dalla nostra patria e siamo foraggio per il suo tritacarne in tanti modi. Negli Stati Uniti, sento che sono anche i nostri stati più piccoli a trattenerci. La mia famiglia sarebbe più al sicuro dalla violenza armata, dal Covid-19 o persino dalla povertà in uno stato diverso, ma nel Missouri devo vivere entro i confini delle leggi del Missouri o in mancanza di queste. Preso da Facebook: - l’esame E quando mi presentai alla prova scritta, il tema di italiano, non ricordavo neanche chi fosse Dante Alighieri. I miei piedi erano ghiacci, lo stomaco contratto mi rimandava in bocca il sapore dello zabaglione che la mamma mi aveva imposto per 《tirarmi su》, l'angoscia mi strozzava. Ma poi ci comunicarono il tema: 《il concetto di patria dalla polis greca ad oggi》. E fu peggio che dar fuoco alle polveri delle mie infantili rivolte, delle mie infantili utopie. Il freddo sparì, insieme al sapore di zabaglione, l' angoscia dileguo'. Brandii la stilografica, mi gettai come un lupo ringhioso sul foglio protocollo, e questo (più o meno) è il riassunto di ciò che scrissi per otto colonne piene. <<Patria, che vuol dire patria. La patria di chi? La patria degli schiavi e dei cittadini che possedevan gli schiavi? La patria di Meleto o la patria di Socrate messo a morte con le leggi della patria? La patria degli ateniesi o la patria degli spartani che parlavano la stessa lingua degli ateniesi però si squartavano tra loro come molti secoli dopo avrebbero fatto i fiorentini e i senesi, i veneziani e i genovesi, i fascisti e gli antifascisti? E' da quando ho imparato a leggere che mi si parla di patria: amor patrio, orgoglio patrio, patria bandiera. E ancora non ho capito cosa vuol dire. Anche Mussolini parlava di patria, anche i repubblichini che nel marzo del '44 arrestarono mio padre e fracassandolo di botte gli gridavano se-non-confessi-domattina-ti-fuciliamo-al-Parterre. Anche Hitler. Anche Vittorio Emanuele III e Badoglio. Era patria la loro o la mia? E per i francesi la patria qual è? Quella di De Gaulle o quella di Pétain? E per i russi del '17 qual era? Quella di Lenin o quella dello zar? Io ne ho abbastanza di questa parola in nome della quale si scanna e si muore. La mia patria è il mondo e non mi riconosco nei costumi e nella lingua e nei confini dentro cui il caso mi ha fatto nascere. Confini che cambiano a seconda di chi vince o chi perde come in Istria dove fino a ieri la patria si chiamava Italia sicché bisognava uccidere ed essere uccisi per l'Italia ma ora si chiama Iugoslavia sicché bisogna uccidere ed essere uccisi per la Iugoslavia. Invece di darci il tema sul concetto di questa patria che cambia come le stagioni, perché non ci date un tema sul concetto di libertà. La libertà non cambia a seconda di chi vince e chi perde. E tutti sanno cosa vuol dire. Vuol dire dignità, rispetto di sé stessi e degli altri, rifiuto dell'oppressione. Ce l'hanno ricordato le creature che sono morte in carcere, sotto le torture, nei campi di sterminio, dinnanzi ai plotoni di esecuzione gridando viva la libertà, non viva la patria...>>. Successe un finimondo. Alcuni dei professori che componevano la commissione esaminatrice sostenevano che ero pazza e immatura, altri che ero savia e insolitamente matura. Vinsero i secondi e mi dettero dieci meno. Oriana Fallaci Foto di Max Böhme su Unsplash |
Aaron BurnsI'm an entrepreneurial linguist and musician, a European in a former life, and an indefatigable conversationalist (like June). I'm available for hire as coach, teacher, writer, editor, analyst, consultant, marketeer, content specialist, translator, interpreter, MC, facilitator or performer. This blog is a portfolio of my interest and abilities in various languages of which I have extensive knowledge. I am also a student of several other languages that I am less intimately familiar with and they all bring me great joy. I currently hold degrees in Language and Literature as well as in Vocal Music Performance, both fields in which poetics and interpretation are no strangers. Archives
December 2023
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